Pontificia Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Espina y María Santísima de la Amargura
Fundador/es: Desconocido
Sede: Convento de Nuestra Señora de la Merced (Clarisas Descalzas)
Día de salida: Martes Santo
Hermana Mayor: Ana Sánchez-Barriga Mediero
HORARIOS APROXIMADOS:
21:00 h (salida). 01:30 h (regreso).
HISTORIA
Se trata de una Cofradía muy arraigada y querida en Badajoz, pues rinde culto al Cristo más venerado de la ciudad: Nuestro Padre Jesús de la Espina. Aunque no existen documentos que lo acrediten, pues se perdieron todos los archivos con la expulsión de la religiosas Clarisas Descalzas en 1870, se fija la fundación de la Cofradía en el año 1773, siéndole concedida en 1774 una Santa Bula del Papa Clemente XIV hacia la imagen del Cristo de la Espina, por el que el pueblo de Badajoz podía ganar indulgencia plenaria visitando su iglesia el 4 de mayo, festividad de la Santa Espina.
Nuestro Padre Jesús de la Espina toma su nombre de la reliquia de una espina auténtica de la corona de Cristo que se custodia en el Convento de las Descalzas, sede de la Cofradía. La autenticidad está corroborada por el reconocimiento papal antes aludido. La devoción hacia esta imagen tiene una tradición secular en Badajoz, conociéndose noticias de manifestaciones de fe ya en el año 1773, continuando tras la expulsión de las monjas en 1870, y llegando hasta nuestros días, en los que siguen siendo continuas las visitas, limosnas y regalos que se reciben en el centro religioso, no sólo de la ciudad, sino también desde fuera de ella, haciéndose patente cada año esta devoción en el besapié que tiene lugar el primer viernes de marzo, y en el que se concentran miles de personas que asisten a besar el pie de la imagen.
En 1870 con la desamortización se produce la expulsión de las monjas Clarisas Descalzas de su Convento, refugiándose estas en el vecino Real Monasterio de Santa Ana, junto con otras comunidades religiosas. Este hecho provoca la desaparición de la Cofradía, sin embargo, en la Semana Santa de 1929 se traslada la imagen a la Catedral, de donde sale en procesión el Jueves Santo junto con la Virgen de la Soledad, lo que probablemente se debiese a la gran devoción que se le tenía a la imagen en la ciudad, por lo que se le quisiera rendir culto, y al no tener Cofradía propia en aquellos momentos, salió acompañando a la patrona en su desfile.
Ya en 1939, un grupo de señoras que profesaban gran devoción hacia la imagen, y como agradecimiento por la protección recibida durante la guerra civil, refundan la Hermandad. En ese momento se busca la presencia de una Virgen para acompañar al Cristo en los desfiles procesionales, y se elige una imagen que poseían las Clarisas, quienes la consideraban muy antigua, y que se une a la Cofradía como segundo titular bajo la advocación de María Santísima de la Amargura. Este mismo año de su refundación realiza la Cofradía su primera salida procesional,para la que tuvieron que comprar unas andas para el Cristo al Cabildo de la Catedral, cediéndole la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad las túnicas para la procesión. Las andas para la Virgen de la Amargura fueron prestadas por la Archicofradía de las Mercedes y desfiló con el manto azabache de la Virgen de la Soledad. Desde esta primera salida se la denominó la “procesión del silencio” por la ausencia de banda de música y por el recogimiento con el que transcurrió.
En los años siguientes, la Cofradía emprende un ritmo vertiginoso hasta dotarse do todo lo necesario para los desfiles procesionales: en 1940 se encargaron unas andas para la Virgen de la Amargura, túnicas para los nazarenos, manto para la Virgen, terciopelo para los faldones del paso… En 1941 se restauran las imágenes, se agrandan las andas del Cristo y se le añade la imagen del Cireneo (imagen que posteriormente es destruida por no ser del gusto de la Hermandad); 1943 es año de estrenos: se estrena el primer manto de la Virgen, también el estandarte de la Cofradía, así como los hábitos de los nazarenos de la Virgen de la Amargura, y también el Senatus y el Sine Labe. En 1945 se amplía la portada de la iglesia por la que salen los pasos, se adquieren faroles de cristal para los nazarenos, y se estrena el Libro de Reglas; en 1947 se compra el nuevo palio de la Virgen, en 1948 se adquiere el nuevo paso del Cristo, se hace la corona de la Virgen, el estandarte de la Bula Pontificia, etc., produciéndose cada año algunas novedades para completar los pasos. Todo esto es posible gracias al esfuerzo económico y al trabajo de las señoras de la Junta de Gobierno de la Hermandad.
Ya más recientemente, sin duda ha sido 1995 el año más señalado para la Cofradía, sobre todo por el gran número de novedades que se presentaron ese año para realzar aún más el desfile:
• El Coro del Conservatorio Superior de Música de Badajoz interpretó algunos fragmentos de música sacra al paso de las imágenes por la Catedral, en un acto que brilló por su brillantez y solemnidad.